Somos nuestras consecuencias.

Las cosas pasan por algo. No creo que sea casualidad, somos los escritores de nuestros propios caminos. De nuestros errores y de nuestros aciertos. Por eso, todo pasa algo. Pasa por nosotros. Y para nosotros. Somos nuestras consecuencias.
Por ejemplo:
Un tipo encara las apuestas, totalmente confiado. Se abre el paso hacia la ruleta, y con toda la seguridad del mundo, le apuesta todo al 22. Por qué? Porque soñó con un loco. Pero no supo ver, que su sueño, no se trataba del loco. Sino, de la desgracia de aquel loco. Y salió el 17. La desgracia.
Más allá de lo que el pobre (literal) tipo interpretó, el quedarse hoy sin nada no era más que su culpa. Por arriesgar, que nunca está mal. Pero hay que medirse. Tener un límite. Él, no lo tuvo. Se convirtió en preso de su propia acción, se convirtió en esclavo de su consecuencia.
Otro ejemplo:
Una pareja de adolescentes se pelea, por ciertas diferencias. (Quien comienza la discusión es ella). Él le dice que la odia. Ella se larga a llorar. En ese momento, ella se va corriendo hacia su casa. Él se queda con toda la bronca hecha un nudito en la garganta. A las horas, él se da cuenta que no la odia. Que lo dijo de calentón. Pero ya era demasiado tarde. Ella ya lo odiaba, por hacerle tan mal. En este caso, ambos terminaron siendo su propia consecuencia. Ella por empezar una discusión, terminó odiándolo. Él por no medirse, hizo que lo termine odiando.
Cuál es el punto acá, después de estos dos ejemplos?
Que nos demos cuenta de que nada es casualidad. Nosotros mismos estamos dibujando nuestros pasos. El miedo a equivocarse no está permitido. El acierto es el destino. Los límites se los pone uno mismo. El error es el aprendizaje. El "perdón" se da poquitas veces. (No lo tomes si desde el suelo no aprendiste nada de la caída, sería un engaño). Las cosas se hacen. Bien o mal. Pero se hacen. La mala suerte existe, claro que sí. Pero la suerte la crea uno mismo. No hay que dejarse noquear. Al fin y al cabo, la pelea se termina cuando vos ponés el punto final.