Seguiré mirando hacia la frontera, como todo perdedor. Yo admiro el anochecer y el amanecer. (El atardecer es ese intermedio que sirve para crecer). Seguiré mirando la frontera, seguiré observando mi alrededor. Sé que cuando salga de la cuna el Sol, todo se remendará. Una nueva ilusión crecerá. Y ahí todo otra vez. Viviendo entre la noche y el amanecer. Quedándome en medio del mar, sin saber qué hacer. Sin navegar, naufragando sin reparo con mi corazón en la mano... Plantando mi bandera blanca, volviendo a la orilla, terminar clavando el ancla...
(A veces se pierden las esperanzas. Si pueden, guárdenlas junto a la confianza, que a veces, en algunas situaciones, es lo más preciado que tiene uno).
(A veces se pierden las esperanzas. Si pueden, guárdenlas junto a la confianza, que a veces, en algunas situaciones, es lo más preciado que tiene uno).
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