lunes, 1 de agosto de 2011


No se quema con basura, siempre algo hay en su galera, vive loco en su cordura, y siente más que cualquiera. Su droga es vivir a pleno, se pica con humildad, fuma consejos ajenos, y aspira sinceridad. La vida lo educó a los bastonazos y a veces la muerte también. Tuvo como profesor a un diablo bien pirata que le enseñó que en la vida no siempre es ganar. Él lo aprendió, lo masticó y por fin supo llorar...  
Y un bobo muerde el anzuelo, ese que le hace olvidar, con un dolor por consuelo, y cree que muerde caviar. Pero este enano demente, sabe que la papa está en no preguntar por el morfi, sino en comer y disfrutar. 
La vida lo educó a los bastonazos y a veces la muerte también. Tuvo como profesor a su ángel de la guarda que le enseñó que un fracaso no siempre es perder. Él lo aprendió, lo masticó y por fin supo reír...
Y hoy el diablo y aquel ángel ven al pequeño saltamontes romper paredes con el bocho una vez más. Van a brindar, por lo que fue su mayor creación de integridad.



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